¿QUÉ ES EL PILATES?
Es un método de entrenamiento que auna lo físico y lo mental creado por Joseph H. Pilates a principios de los años 20 del siglo pasado. Mediante su práctica, además de mejorar nuestra condición física, aumentamos nuestra capacidad de control y concentración. De hecho, en sus principios el propio Joseph Pilates lo llamó ‘Contrología’ debido a que recalca el uso de la mente para controlar el cuerpo buscando el equilibrio y la unidad entre ambos.
A través de la combinación de diversos métodos y técnicas Pilates consiguió crear una rutina de más de 500 ejercicios que aunara calma y flexibilidad junto con fuerza y tono muscular, y que se han de realizar siempre al compás de la respiración, estando totalmente concentrado en los movimientos que se realizan. El método se centra en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral, por lo que es muy usado como terapia en rehabilitación y para, por ejemplo, prevenir y curar el dolor de espalda.
Se trata de un método intenso y efectivo que produce beneficios notables en la musculatura, pero ésta no ha sido la única causa para que se extienda su práctica. Sin duda, el hecho de que personajes famosos internacionalmente conocidos, bloggers e influences lo practiquen ha contribuido a que se haga aún más popular.
Su objetivo principal no es la quema de calorías, sino reforzar la musculatura y aumentar el control, fuerza y flexibilidad de nuestro cuerpo, aunque, como todo ejercicio físico, supone un aumento en el gasto energético y, por tanto, también contribuye a mantener un peso equilibrado.
Los seis principios esenciales de este método son: control, concentración, fluidez, precisión, respiración y centro. Precisamente, con este último principio, el Pilates hace referencia a una zona concreta del cuerpo denominada centro de fuerza, que también se conoce como mansión del poder. Dicha zona la conformarían los músculos abdominales, la base de la espalda y los glúteos y la intención es que, a través de su fortalecimiento, se ejerciten el resto de partes del cuerpo.
El control en Pilates es importante, pues está basado en la idea de controlar los músculos, y para ello la concentración es clave, ya que los movimientos deben ser coordinados con la respiración y muy conscientes. Con el tiempo y el entrenamiento, la mente va tomando ese control sobre los movimientos y teniendo más conciencia de las capacidades, limitaciones, fortalezas y debilidades del cuerpo para mejorar el estado físico y mental.
Es una actividad física muy técnica, donde la correcta ejecución de los distintos elementos que componen cada ejercicio es más importante que el número de repeticiones o series que se realicen.
El centro de control, o de fuerza, es situado por Pilates en la parte inferior del tronco, como una faja que rodea toda la zona lumbar y abdominal. Este centro es activado al ahuecar el músculo Transverso del Abdomen siendo su fortalecimiento precisamente la clave de todo el método: todos los movimientos se inician y se sostienen desde esta zona, cuya utilización debe estar siempre presente durante la práctica de los ejercicios. La situación física de este centro de control, y su función como origen y motor de todo movimiento corporal, coinciden en gran medida con los del dantian («campo de cinabrio») de la medicina tradicional china, y asi es aplicado en la práctica del qigong o de las artes marciales internas como el taichí.
Como decíamos, los movimientos deben realizarse coordinados con la respiración y esto es algo primordial en el método, y como resultado obtendremos una mayor capacidad pulmonar y mejor circulación sanguínea como primer paso, que con el tiempo se traducirá en fuerza, flexibilidad, coordinación mental y buena postura.
Se practica una respiración intercostal: al inhalar se debe notar como las costillas se separan, y al exhalar, que suele coincidir con la mayor intensidad del ejercicio, se contrae primero el suelo pélvico, tirando de él hacia el ombligo, se prosigue hundiendo el ombligo, lo que hace que active el transverso del abdomen (centro de control) y finalmente se cierran suavemente las costillas. Hacerlo en la secuencia inversa incrementa la presión sobre el suelo pélvico.
La respiración debe ser en todo momento lenta, continua y de la misma duración para así permitir un óptimo intercambio gaseoso oxígeno-dióxido de carbono en el cuerpo.
Tipos:
Fundamentalmente existen dos tipos: el Pilates que se realizan con la ayuda de aparatos especialmente diseñados y el que se practican en el suelo sobre una colchoneta (aunque se pueden incorporar diversos aparatos). Obviamente los principios que rigen ambos son idénticos y la realización de muchos de los ejercicios es muy similar.
Pilates con aparatos:
Se realiza con la ayuda de aparatos inventados por el propio Joseph H. Pilates, y son principalmente:
Pilates suelo:
Se realiza en una colchoneta, sobre el suelo y puede incluir (o no) accesorios como:
Beneficios:
Y además es terapeútico ya que hacer ejercicio nos ayuda a sentirnos mejor y, por qué no, a ser más felices. Además puede ser realizado por personas de diferente edad y sin importar su condición física.
Como ves en ningun momento hemos comentado nada en absoluto sobre que sea un ejercicio exclusivo o dirigido para mujeres como mucha gente piensa, por supuesto que el Pilates es indicado para hombres, indicadisimo! de echo su creador era hombre. Los beneficios obtenidos son los mismos para ambos sexos.
Porque el Pilates, como la música, el cine, o el ejercicio físico en general no es para hombres… ni para mujeres!, es para aquellos que, independientemente de su condición física, capacidades, limitaciones y objetivos, pretenden convertirse en mejores versiones de ellos mismos. No tiene más misterio
Y para aquellos que piensan que el Pilates es “dar saltitos en una pelotita” (como hemos oido) o que es un ejercicio “suave” (es tan intenso como quieras que lo sea, todo depende de la calidad de tus contracciones), debeis saber que sirve como entrenamiento complementario para los atletas de deportes de alto rendimiento, ya que siempre es recomendable combinar las actividades de cardio con otras de tonificación, por lo que es una práctica perfecta para aquellos que quieren complementar sus sesiones de running, natación, padel o ciclismo.
Joseph Pilates decía: “En 10 sesiones sentirás la diferencia, en 20 sesiones verás la diferencia y en 30 sesiones tendrás un cuerpo nuevo”.
Pero más allá de palabrería: ven, prueba una clase y entonces TÚ me contarás qué es el Pilates.